Ciencias cualitativas



-        Las leyes de recurrencia estadística (ley de números grandes, teorema de límite central, etc) señalan constantes a través de sampleos estadísticos, y que permiten hacer la equivalencia entre sistemas inerciales y no-inerciales, o entre la dinámica y la estática, ambos equivalentes a 0 y los desvíos con respecto a 0, como constantes periódicas o aperiódicas, tanto ordenadas como caóticas, etc. Las oscilaciones con respecto a la media aritmética de la ley de números grandes se vuelven equivalentes a los desvíos decimales con respecto a 0, y la aperiodicidad se vuelve equivalente a los desvíos decimales caóticos con respecto a 0 como media aritmética. Las oscilaciones alrededor del 0 se vuelven equivalentes tanto a las constantes como a la aperiodicidad, o lo que es lo mismo, el determinismo se vuelve igual al caos y viceversa, tal y como en Lorenz, un puñado de partículas random en un espacio cerrado (imaginemos partículas de gas en un cubo) empezarían progresivamente a pasar por el mismo punto y trayectoria que las partículas anteriores, volviéndose recurrente y repetitivo tal y como un determinismo, pero a través del caos. A través de ese análisis decíamosque hay causas y efectos causales que no alteran la media aritmética, por lo tanto, hay toda una serie de procesos causales que pasan desapercibidos o que no son medidos por cambios o alteraciones de la media aritmética.

 

-        La ley de números grandes se puede decir que es ejemplo de ello: es una constante debajo de la cual subyacen eventos individuales o sampleos heterogéneos. Esto quiere decir que existen movimientos causales distintos de la cuantificación, y que además son sincrónicos en vez de lineales (si A causa B, entonces el efecto de A sobre A, y de B sobre B, y no solo el de sus respectivas líneas causales), lo cual rompe con la individuación causal, y rompe también con la transitividad, aún dentro de líneas causales proximales (es decir: A causa B, y justo después B causa C en una sola línea de causas y efectos prácticos, pero A no causa C transitivamente: se puede suceder una cadena de causas y efectos y no ser transitivos a pesar de sucederse en una secuencia o cadena de acciones y contrareacciones). Esto último quiere decir que lo proximal no necesariamente es definible cuantitativamente, y que lo distal no necesariamente está impedido de definición precisa: la transitividad misma es una causalidad distal entre A y C, conformada por una cadena de eventos que conectan A y C. Lo que queremos señalar es que además existe una causalidad distal, que también conecta a A y C, pero que no es transitiva y no conecta a A y C de modo proximal: esto quiere decir que es “lineal”, pero no repetitiva ni recurrente, y que lo “lineal” o “secuencial” no necesariamente es igual a continuidad o determinismo, sino que la discontinuidad foucaultiana también es lineal (el serialismo es un secuencialismo), y que existen secuencias o ciclos no-repetitivos e irreversibles tal y como el concepto de iteración. Por lo tanto, lo cualitativo pertenece al ámbito de lo distal no-cuantificable e intransitivo, no solo por su concatenación contingente, sino porque ni siquiera existe concatenación proximal alguna entre A y C, solo existe la reunión de una multiplicidad o compuesto causal que se sucede uno y otro como causa y efectos. No existe entonces causalidad proximal ni existe transitividad, pero sí existe causa necesaria-compuesta, a diferencia de la causa suficiente-compuesta de Rothman: el conjunto múltiple y no-individual de causas se vuelve necesario en vez de suficiente, y por lo tanto, no solo es imposible un análisis de variables independientes y dependientes estadístico, o una generalización o extrapolación del sample a la población, o un testeo de hipótesis, etc, sino que es el problema de lo que se conoce como desconexión causativa: las causas y efectos se suceden, claro, pero no tienen relación de suficiencia sino de necesidad, por lo que pueden darse y no ser propiamente la causa del efecto. Más aún, pueden existir relaciones de contacto y al mismo tiempo no existir una relación proximal, lo que abre la posibilidad de un tipo de establecimiento de la causalidad formal, equivalente a lo proximal, pero que se basa en la descripción de condiciones iniciales específicas que lo llevan a suceder ya no con regularidad ni a través de posiciones regularistas, sino distales e intransitivas.

 

-        Aquí la discusión entre historia y sociología cobra completamente su validez, y explica el porqué de la agudeza y la algidez en el debate entre historia y sociología: el método historiográfico y el trabajo de campo sociológico, se vuelven las únicas formas de establecer causalidades distales no-cuantificables e intransitivas. Se vuelve pertinente la diferencia entre análisis hermenéutico y formal en linguïstica, y análisis semántico o formal en psicología: el análisis formal sigue siendo netamente verificable y empírico en sus observaciones sin que sean mediciones de magnitudes. Las leyes no son la única forma de establecer causalidades, sino también la observación de condiciones iniciales específicas, o el establecimiento historiográfico o de campo de esas condiciones. De ahí que existan procesos causales históricos (como la decisión de una batalla) que tengan detalles causales que jamás podrán ser encontrados en ningún muestreo estadístico o métrica. Tanto el método archivístico y documental como el trabajo de campo se encargarían de establecer causalidades necesarias-compuestas, en vez de suficientes, y por lo tanto, abiertas a su desconexión u omisión contrafactualcausativa.

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