¿Prototipo o ejemplares? El mito de lo pre-lingüístico, semiótica cognitiva y kinésica
Si de un solo rango con enfoques (focus: ejemplares prototípicos) heterogéneos, obtengo una sola categoría; de un solo rango con un focus estable obtengo nombres diferentes, sin mezcla alguna que sintetice. Si verde incluye a azul y verde, y azul incluye a verde y azul, ambos son subsumidos en una categoría: la mezcla vuelve indiferente la diferencia y produce unidad; si el focus o ejemplar es más estable (es el mismo), no hay subsunción alguna: se llaman diferente o ni siquiera existe término para una mezcla entre ambos, o sea, es fragmentaria. La unidad viene de la mezcla, y la pureza del tipono produce diferencia y por lo tanto no hay síntesis: existe el verde y el azul separados, pero son el mismo ejemplar de sí mismos como azules o verdes puros, y por lo tanto, existe una sola categoría para cada color, pero no existe una para su mezcla o unidad. Lo prototípico necesita ser transitivo porque es indiferente a los particulares y busca el promedio o media. Esta intransitividad, así como otras comprobadas experimentalmente (aquí, o aquí, o aquí), como la incapacidad de realizar las mismas identificaciones en dos muestreos diferentes por parte de los mismos sujetos de prueba, o la incapacidad de inclusión de miembros o subclases a clases o conjuntos más amplios que los contienen, etc, hablan de la diferenciación por particulares, y si se discriminan particulares, entonces no hay promedio o media ideal. Esto quiere decir que pueden haber subclases de clases, pero también dos clases heterogéneas y excluyentes que comparten subclases, o una subclase parte de varias clases simultáneamente que no son las mismas que las demás subclases con las cuales comparte clase o no, etc. Además, implica la posibilidad de clasificaciones distintas de los conjuntos o clases, y lo clasificatorio como distinto de lo articulatorio y combinatorio.
Ahora, la diferenciación entre verde y azul y rojo y amarillo en el espectro del color es polar y proporcionalmente inversa. Es una escala de integrales, pero contemplando la continuidad irracional y la gradación entre cada magnitud o valor. Esto la vuelve cercana a la relación entre los ejes de la ubicación espacial: arriba-abajo, entrada-salida, frente-atrás, etc. Estas relaciones son también continuas en el sentido de que representan la interrelación de distintas coordenadas dimensionales, que oscilan proporcional e inversamente entre sí en el espectro de la luz, pero también son una escalade integrales negativos y positivos precisamente al respecto de esa proporcionalidad inversa. Aunque el espectro del color es continuo entre verde y amarillo, las clasificaciones que no son basadas en el color, están basadas en su brillo u otras variables como su calidez/frialdad. De ahí que las clasificaciones de color giren alrededor de los loci más comunes, que son el azul y el verde, y el rojo y el amarillo, como polaridades escalares.
Esta es la característica misma de la ubicación espacial, la cual además se plantea como subconsciente. Los ejes del cuerpo en sus coordenadas espaciales tienen una relación dialéctica y contradictoria, y no lógicamente consistente. Es una reivindicación en parte de la crítica funcionalista, pero más aún de la dialéctica. Las distancias continuas e irracionales entre arriba-abajo, entrada-salida, frente-atrás, y su articulación con la inmediatez y la mediatez gestaltianas y cognitivas, crean un código de articulación y combinatorias con clasificaciones paradigmáticas kinésicas, paralingüísticas, pero sobre espacios de acción completos, sobre gestualidades y comunicación no-verbal de todo tipo, etc. La kinésica ha llegado a plantear una equivalencia entre las acciones y conjuntos de acciones más amplios, con las de la figura y el fondo gestaltianos de Arvinson (muy en el sentido de la inmediatez y mediatez hegelianas).
Esto contradice la idea de un estrato original y pre-lingüístico puro, o una naturaleza sin cultura. Las funciones naturales y activas en el espacio del cuerpo son semióticas, incluso inconscientemente. Pero inconsciente no agota toda la cognición (cognición además distinto ya de consciencia): el cuerpo sin consciencia mental aún así identifica, generaliza, distingue atributos, etc, lo hace con el cuerpo, con lo táctil, con el olfato, etc. Todo el cuerpo identifica y diferencia, no solo la consciencia. No existe el a priori kantiano, pero sí existe la intuición a priori de Husserl, o el a priori de Greimas, etc. De este modo es que lo simbólico levi-straussiano-lacaniano precede al sujeto mismo, y al mismo tiempo, no pueda llegar a nacer si no es con la experiencia inmediata de un sujeto inmerso en la experiencia sensible de eso que le precede.
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