Economía
Tal vez además de la acumulación óptima, la repreciación general de la economía macro (al nivel oligopólico y ‘cartelizado’ –sin eufemismo alguno, sino con la búsqueda de una coordinación industrial necesaria-), y un offset al sector exportador como un todo (al detalle y mayorista en general), sea necesario establecer variables estrictamente monetarias, donde sea necesario pensar o poner sobre la palestra no solo la inyección o contención de liquidez, sino también dos aspectos de interés para ser sopesados: 1) la inyección de monedas no-locales pero dominantes (dólar o yuan, por ejemplo, dependiendo de sus regiones) combinadas con la no-inyección de monedas no-locales. La no-inyección o ausencia de liquidez no es idéntica a la sustracción o contención (conocida aquí en Costa Rica como ‘encaje’), y el reconocimiento de esta diferencia entre variables puede ser de gran servicio para la salud de la economía. Los intereses y tasas de interés no necesariamente deben ser tocados, y nosotros creemos que pueden ser indiferentes (en la medida que no aumenten en absoluto, eso sí), pero aún con dichos niveles, los cuales atraen capitales internacionales y esto se convierte en un elemento o presión repreciativa positiva (en lugar de una estocada o movimiento espurio u oscuro, como se lee comúnmente los movimientos de capitales internacionales en una región como la latinoamericana con las tasas de retorno más altas del planeta), se podría agregar que dicha entrada y beneficiosa presión antiinflacionaria, el aumento de demanda y por lo tanto el aumento de acceso a crédito, puede tener como presión adversa el encarecimiento del crédito. Por lo tanto, 2) la modificación de las clasificaciones crediticias (el 80% del crédito es accesible solo más allá de las PYMES desde hace más de dos décadas), sin tocar las tasas de interés (de no poder ser rebajadas por cuestiones de cualquier tipo), pero sí volviéndolos más accesibles a través de esta ausencia de inyección de monedas no-locales (sin confundirla con su contención o reducción), podría permitir a las economías con altas tasas de interés y altas tasas de retorno financiero internacional, el obtener una presión repreciativa constante, como no ha sido posible nunca en la historia de las economías latinoamericanas.
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